No hay productos
Josef Afram hace una reflexión sobre sí mismo y nos cuenta los motivos que lo llevaron a superar las pruebas más duras del mundo para saber dónde estaba el límite del cuerpo humano (su propio límite). Del mismo modo que un corredor de Bolsa husmea, escucha, tantea y arriesga para aprovechar una buena onda y averiguar hasta cuándo aguantar y en qué momento hay que vender o darse por vencido.
“No soy ningún ex broker que un buen día tuvo un bajón, decidió replantearse la vida, empezar de cero, abandonar la Bolsa y dedicarse a ir en bicicleta. No, no soy de ésos. Decidí convertirme en ultrafondista y participar en las pruebas más duras del mundo para tratar de averiguar dónde estaba el límite del cuerpo humano –dónde estaba mi límite–, del mismo modo que un buen corredor de Bolsa husmea, escucha, tantea y arriesga para aprovechar una buena onda y averiguar hasta cuándo aguantar y en qué momento hay que vender.”