Aunque lo quieres evitar, vas a tener los dedos apretados

He elegido este título porque es lo que te puede ocurrir si vas a esta Podóloga por tener los dedos muy juntos, que se montan o desviados.

Veras.

La cosa es que hace un par de semana llegó a la tienda una mujer de unos 50 y tantos años a la que le costaba andar y que llevaba una muleta.

Entró, se sentó y preguntó si tenía calcetines de "guantes".

La mujer se refería a los calcetines de dedos.

La mandaba su podóloga.

Los quería para que los dedos no rozaran entre sí y evitar las heridas que le estaban provocando.

Cuando miro hacia abajo veo que lleva unas zapatillas deportivas, pero de vestir, que acaban en punta, y los dedos se le ven montados, tanto, que la malla de sus zapatillas era como el plástico de un paquete de salchichas. Se podía ver los dedos apretaos al más no poder, como si estuvieran envasados al vacío.

Al ver aquello le explico que aunque se compre los calcetines de dedos, si después los va a usar en el calzado estrecho que lleva, sus molestias no mejorarán.

La mujer me entiende, afirma con la cabeza, pero dice que no quiere cambiar de zapatos. 

Miro otra vez sus pies, vuelvo a ver a los dedos como salchichas y como no puedo callarme, le insisto que el problema no son sus dedos, sino el espacio donde intenta meterlos.

Pero nada.

Me dice que por ahora va a probar con los calcetines de guantes, que es lo que le ha mandado su podóloga.

‘Donde manda patrón, no manda marinero.’

Tonses.

Pues nada que decir a la señora, pero la podóloga está empezando la casa por el tejado.

Porque para tener derechos los dedos de los pies necesitas dos cosas:

• La primera: un zapato ancho, plano, flexible y que no impida los movimientos de sus dedos.

• Lo segundo: el corrector de dedos.

En ese orden.

Los calcetines que le recomendó la podóloga están bien, pero son un parche, una tirita.

Una solución que nada soluciona.

Una huida hacia adelante.

Si no cambia de calzado, no hay mejora.

Esloquehay.

Si te preguntas qué calzado le hubiera recomendado estaría entre:

Las botas Lems Boulder Waterproof o las nuevas Chelsea Waterproof.

Por qué son anchas, permite el uso de los correctores mientras camina con ellas y por que te protegen del frío y la lluvia.

Un último apunte.

El calzado ancho No sólo evita que tus dedos se estrujen, sino que también mejora tu estabilidad al aumentar la superficie de tus pies con el suelo.

A más ancho = más superficie = más estabilidad.

La mujer que me visitó no sólo tenía problemas en los dedos, sino que usaba una muleta.

Poseso.

La salud empieza en tus pies.

Antonio Caballo.