Pie planos y plantillas

Si creciste en la España de los 70/80/90… 2000 y tuviste los pies planos lo tuyo fue de traca.

Daba igual que fueras el que más corría en el recreo, la que más saltaba a la comba o el que trepaba a los árboles como si nada.

Bastaba con que tu madre o alguien viera “pies planos” para rapidamente visitar al podólogo y plantillazo que te crió.

Y ojo, la plantilla no venía sola.

No.

Le acompañaba una bola dura justo en el arco y un zapato rígido.

Como si tu pie necesitara un encofrado para formase.

Puede que conozcas a alguien que pasó por ahí.

Quizá tú mismo.

Del calvario que pasaste al llevar plantillas más zapato rígido, ya nadie te puede ayudar.

La buena noticia es que hoy existe otro camino.

Un pie plano necesita activarse, no sujetarse.

No pide un corsé, pide movimiento.

Pide libertad.

Pide estímulos del suelo para aprender a responder.

El arco del pie no es algo que te ponen: es una estructura viva que tu cuerpo controla, y con el trabajo adecuado, ese arco se vuelve más fuerte y estable.

¿Cómo se consigue?

De dos formas muy simples:

Descalzo.

Camina por casa, por césped, por arena, por terreno variado.

Deja que tus dedos se abran y agarren, que la fascia despierte, que los músculos intrínsecos hagan su trabajo.

Yavestruz qué cosas más rara!

Con zapatillas barefoot finas, con las que te sientas cómodo/a.

¿Suela de 4 mm?

¿De 10, 12 o 14 mm?

Solo tú decides en qué punto estás ahora.

No se trata de sufrir, se trata de sentir.

A más fina la suela: menos interferencias, más conexión, más estímulos… y más respuesta.

Tu cerebro recibe datos frescos, reajusta, mejora tu equilibrio, y el famoso “arco” aparece cuando toca, no cuando lo pinta una plantilla.

Y si vienes rebotada de años de plantillas con bolas, empieza suave (en la PD te dejo un plan sencillo).

La transición se hace mejor con una barefoot urbana que te deje sentir sin castigarte.

Necesitas ancho real en la puntera, flexibilidad total y suela fina pero resistente.

Una apuesta segura son las Vivobarefoot Geo Court III Mujer.

También para Hombre aquí.

Son elegantes para el día a día, anchas donde deben, flexibles como un chicle y con la protección justa para que sientas el suelo sin miedo.

Póntelas para pasear, para ir al curro, para ese café de la tarde.

Tu arco hará lo que debía hacer desde siempre: trabajar.

Efectiviwonder.

La salud empieza en tus pies.

Antonio Caballo.

PD. Si tu pie está muy débil, empieza suave. Te dejo un plan simple que funciona:

• 2–3 paseos cortos al día, descalza en casa.
• 5 minutos de trabajo de dedos: abre y cierra, recoge una toalla con los dedos, eleva solo el dedo gordo (dejando los demás apoyados) y luego al revés.
• 10–20 minutos de caminata con zapatillas barefoot por terreno fácil.
• Cada semana, progresa: añade un poco más de tiempo o un pelín más de variedad de suelos.
• Regla de oro: sin prisas y nunca con dolor punzante. Si duele, reduces.