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"Hola,
Soy Renata.
Y si estás leyendo esto, probablemente ya te has asomado a este mundillo del calzado barefoot… o estás a punto de hacerlo.
Solo te digo una cosa: ojito.
Porque a mí me la han colado dos veces en menos de 6 meses.
Me dejé llevar por páginas sospechosamente baratas y con buena apariencia.
¿Resultado?
Frustración y 70€ tirados a la basura.
Bueno, 140€ si contamos las dos veces.
Pero también te digo esto: las zapatillas barefoot me han cambiado la vida.
Así. Tal cual.
He estado toda mi vida caminando como si tuviera los pies secuestrados.
Con zapatos estrechos, suelas rígidas, pequeños tacones y plantillas extrañas…
Y claro, luego una se pregunta por qué tiene juanetes, dolor lumbar o sensación de estar hecha polvo al final del día.
Hasta que descubrí las barefoot.
Y ahora no exagero:
¡Los zapatos descalzos me quitaron 15 años de juanetes y dolor de espalda!
¡Y solo tengo 30 años!”
Esto que acabas de leer es parte de un email que me envió Renata hace unos días.
Y lo comparto porque dice dos verdades como templos:
La primera, cuidado con las webs falsas.
Pasa más de lo que crees.
Raro es la semana que no llama una clienta para asegurarse de que ZaMi es real, que hay personas detrás, no un robot o una estafa.
La segunda,
tus pies están diseñados para moverse libres, flexibles, con contacto real con el suelo.
Y eso no lo consigues con una zapatilla normal.
Por muy normal que veas su parte delantera acabada en punta.
Por eso Renata, con 30 años, se pasó 15 arrastrando los pies.
Y si piensas que hay algún truco... siento decepcionarte.
No hay atajos.
Lo que hay son pies.
Y sentido común.
Yavestruz, qué cosas.
Bien, hay personas que quieren dar sus primeros pasos con calzado barefoot.
Pero no pueden con suelas de 5 mm de grosor.
Se le hace bola, como una loncha de jamón crudo.
Sus pies están tan dormidos, que sentir el suelo al principio puede ser incómodo.
Hasta molesto.
Por eso existen modelos con algo más de grosor.
No para aislarte, sino para acompañarte.
Un modelo que cumple exactamente eso son las nuevas Chukka de El Naturalista.
Tienen una suela de 14 mm de grosor, lo justo para dar comodidad sin perder conexión con el suelo.
Son ligeras, flexibles, y van genial para ciudad o escapadas al monte.
Y su diseño es puro flow: Leopardo, Cebra y Natural.
Estilo sin renunciar a la salud.
Un último consejo.
No lo dudes. Pruébalas.
No te arrepentirás.
Y verás lo que es sentir de verdad tus pasos.
Sin dolor, sin mentiras… y con muchísima más libertad.
Ya me contarás ;)
Efectiviwonder.
La salud empieza en tus pies.
Antonio Caballo
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