WhatsApp
Lo menos sexy que puedes hacer no es engordar: es caminar…

Lo menos sexy que puedes hacer no es engordar: es caminar…

¿Te has fijado en cómo desgastas los zapatos?

Porque hay un tipo que aparece poco a poco. Tan despacio que ni te das cuenta.

Hasta que ya es tarde y tienes el zapato más inclinado que la torre de Pisa.

Ocurre siempre en el mismo sitio: el borde interno del talón.

Y si es a un amigo al que le ocurre y se lo haces notar, la respuesta será algo como:

“Yo siempre gasto los zapatos así.”

La cosa es que nadie le da importancia.

Nadie se pregunta el por qué.

Y justo ahí empieza el problema.

Verás.

Cuando tu zapato se vence hacia dentro no es el zapato. Eres tú.

Y cuando esto ocurre tu pie pierde fuerza cada día.

No mañana.

Hoy.

Y tu dedo gordo, que debería ser el capitán del equipo, deja de mandar.

Este dedo es el que activa la musculatura que frena el giro excesivo hacia el interior.

El que estabiliza.

El que empuja.

¿Y qué pasa cuando metes ese capitán dentro de un zapato convencional?

Que el capitán va torcido.

Y aunque sea un poco, tu estructura empieza a fallar. No hace falta tener un juanete de libro. Basta con una desviación leve para que el pie pierda fuerza y se vuelva torpe.

¿Y de dónde viene eso?

De años metiendo tus pies en zapatos que los retuercen cada día.

Punteras estrechas, hormas que obligan al dedo a mirar hacia dentro, suelas que anestesian.

Muy bonitos por fuera. A veces carísimos. Pero por dentro, una put*da.

¿Y qué ocurre entonces?

Que como tu cuerpo es listo, compensa y aguanta. Hasta que no puede más.

Primero con una molestia al levantarte por la mañana.

Luego con ese pinchazo en el talón que aparece sin avisar.

Y de pronto alguien pronuncia la palabra maldita: fascitis plantar.

Entonces, cuando preguntas, nadie te da una respuesta y piensas que la maldita faschitis te ha salido de la nada.

No sale de la nada.

Sale de años de pies débiles en zapatos estrechos y duros intentando sostener tu cuerpo.

Lo veo cada semana en tienda. Siempre empieza igual.

Bien.

Si te preguntas qué debes hacer puedes hacer dos cosas:

Seguir igual y acabar con plantillas, fisios y antiinflamatorios.

O puedes cambiar el origen del problema.

Para lo segundo, elige un barefoot que te guste, póntelos todo el tiempo que puedas y deja que tus pies hagan el resto.

Y si sientes que no avanzas pasa al siguiente nivel.

Descálzate en casa y cada vez que puedas en el exterior, y dedica unos minutos al día a ejercitar tus pies.

Sólo con eso harás más por tus pies que el 95% de la gente con problemas.

Si no sabes por dónde empezar, Groundies es un punto de partida sólido.

Para mujer, mira estas botas Groundies Camden con las que siempre estarás cómoda y a la moda, mientras tus amigas te dicen que les duele todo.

Para hombre estas elegantes Groundies Milano que van perfectas para currar, para salir y hasta para ir de fiesta a una cena elegante.

Efectiviwonder

La salud empieza en tus pies.

Antonio Caballo.

Publicado el 14/12/2025 por @antonio.caballo Dedos en garra, dedos... 0 479

Dejar un ComentarioDejar una respuesta

Debes estar logueado para publicar un comentario.

Últimos Comentarios

Buscar contenido en el Blog

Prev