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Esta semana leí una entrevista a un podólogo hablando sobre el calzado barefoot.
Y decía cosas interesantes.
Interesantes y discutibles.
Una cosa que me llamó la atención fue su mensaje de prudencia: que no todo el mundo puede usar barefoot, que se necesita orientación profesional, que hay que adaptarse con calma…
En eso estamos de acuerdo.
No todos los pies son iguales, ni todas las personas tienen el mismo contexto.
Cambiar el calzado puede tener un impacto y conviene hacerlo con cabeza.
Pero lo que me pregunto es:
¿No deberíamos aplicar la misma cautela cuando hablamos del calzado convencional?
Porque, vamos a ver.
¿Dónde están las advertencias cuando te calzas cada día zapatos rígidos, o estrechos o con tacones que van de 2 hasta 10 cm o más?
¿Dónde está el cartelito que diga: “Ojo, esto puede acabar en juanetes, fascitis, metatarsalgias, neuromas…”?
Como en los paquetes de tabaco. Una advertencia visual.
También habla del calzado para personas diabéticas.
En la entrevista el podólogo dice que el calzado barefoot no es recomendable.
Y yo pregunto: si hablamos de un zapato ancho, sin tacón, sin costuras internas, con una suela de 10 mm de grosor…
¿dónde está el riesgo?
¿Qué daño puede hacer eso a un pie diabético?
Si añadimos algo más de protección (es decir, un poco más de grosor en la suela), pero seguimos respetando la forma natural, el reparto de presiones y eliminamos la rigidez,
¿no será esto más lógico que embutir un pie sensible en una horma estrecha y dura?
Yavestruz, ¡qué cosas!
Dice también que es “cuestionable” que el calzado barefoot elimine dolores de espalda y caderas.
¿Y no se cuestiona los cambios que la elevación en el talón (un tacón) pueda tener en las curvas de la espalda?
Esa elevación cambia tu centro de gravedad y por tanto la posición de tus caderas se verá afectada.
¿Tendrás dolor? No lo sé, pero cambiar, te está cambiando.
Mira, llevo años viendo personas recuperar sensibilidad en los pies, mejorar su postura, aliviar neuromas y metatarsalgia, mejorar la linealidad de sus dedos, reducir juanetes…
¿El calzado barefoot es magia?
No, no lo es, pero se le acerca.
Porque cuando dejas que tu cuerpo se mueva como está diseñado, pasan cosas buenas.
Ya está bien de mirar con lupa el calzado que respeta al pie, y mirar para otro lado cuando lo que aprieta, eleva y oprime es lo “normal”.
Bien.
Para respetar a tus pies necesitas buenos aliados.
Y Joma ha sacado una amplia colección de calzado barefoot para adultos y niños para todos los gustos.
Una línea que va desde el calzado de diario hasta modelos para hacer deporte.
Aquí puedes verlas.
Un adelanto: en breve también llegarán modelos específicos para deportes de raqueta.
¡Atentos!
Efectiviwonder
La salud empieza en tus pies.
Antonio Caballo.
PD. No estoy diciendo que haya que pasar de un día para otro de un zapato de 4 cm de drop a una suela de 3 mm. de grosor.
El cambio debe ser progresivo.
De forma inteligente.
Observando el cuerpo.
Escuchando los pies.
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